Es difícil saber aún donde vamos pero estas interesantes reflexiones despejan un poco el camino. ¿Hacía dónde se encamina la biblioteca 2.0? Bueno, habrá que esperar un poco más: De momento, leamos las siguientes anotaciones recogidas en Nieves González, sobre lo que no ha sido ni será. Tomemos nota.
La Biblioteca 2.0. Según Coffman, y aún reconociendo que quizás sea demasiado pronto para escribir esto, la Biblioteca 2.0 pretende conseguir que los usuarios interactuen con la biblioteca a través de aplicaciones web, comentando y evaluando los recursos del catálogo, a través de las entradas en los muros de Facebook o de Twitter. Sugiere que esto no se está produciendo y que al contrario, conversamos a través de estos medios sociales con nosotros mismos ya que nuestros usuarios están muy ocupados participando en Amazon, LibraryThing, y otros sitios en los que comparten sus anotaciones sobre los libros que leen. En su explicación, toma como ejemplo un libro muy comentado en LibraryThing o Amazon, pero que tan solo ha obtenido un comentario en la Cleveland Public Library, que sirve a una población de 2 millones de personas. El problema no es que a la gente no les guste estas tecnologías, que les gustan, sino que las bibliotecas son instituciones locales que atienden a comunidades reducidas, en las que un pequeño porcentaje de gente acaba interactuándo en el sitio web, por lo que falta la masa crítica que cree una robusta participación e interacción online. Sin embargo, Amazon, tiene como clientes países e incluso el mundo entero. Para él, la Biblioteca 2.0 no ha conseguido sus objetivos.
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