Con este nombre se expone esto días en nuestro instituto una muestras de textos e ilustraciones dedicados a los lugares imaginarios de la literatura universal. En total son diez: Ínsula Barataria, Liliput, Nunca Jamás, Reino de Oz, Yoknapatawpha, Santa María, Tierra Media, Comala, Macondo y Albanta.
Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de 20 casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo.
Cien años de soledad, 1967
Gabriel García Márquez
-Digo, pues, que con todo su acompañamiento llegó Sancho a un lugar de hasta mil vecinos, que era de los mejores que el Duque tenía. Diéronle a entender que se llamaba «la ínsula Barataria», o ya porque el lugar se llamaba «Baratario» o ya por el barato con que se le había dado el gobierno. Al llegar a las puertas de la villa, que era cercada, salió el regimiento del pueblo a recibirle, tocaron las campanas y todos los vecinos dieron muestras de general alegría y con mucha pompa le llevaron a la iglesia mayor a dar gracias a Dios, y luego con algunas ridículas ceremonias le entregaron las llaves del pueblo y le admitieron por perpetuo gobernador de la ínsula Barataria.
El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha, 1615
Miguel de Cervantes
Los carteles son de la Asociación de Gestores Culturales de Extremadura y las ilustraciones de Manuel Acedo Lavado.
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