La noticia está servida: "Los dominios «.es» admiten desde hoy la letra «ñ» y otras de lenguas oficiales". Aunque parece que ya hay quien se ha adelantado.
Esto es lo que pasaría si a este soneto de Miguel Otero Silva le quedáramos sin nuestra eñe:
Soneto cándido
Era una nina párvula y risuena
con un sueno de amor en el corpino,
banado el rostro con blancor de armino
y negra la mirada malaguena.
Una bisona nina caraquena,
más caraquena que Justo Patino,
y con una montana de carino
constrinendo su alma tan pequena.
No ensenaba la nina malas manas
pues se banaba todas las mananas
y no aranaba cual danina gata.
La adoraban parientes y extranos
y para celebrar su cumpleanos
resolvieron ponerle una pinata.
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